English, Y Español: Trump's Lawless Circus: When the Powerful Play by No Rules, the Rest of Us Get Screwed
Trump's Lawless Circus: When the Powerful Play by No Rules, the Rest of Us Get Screwed
Let's roast this hypocrisy like a Thanksgiving turkey on fire, because the facts are spicier than a Fox News fever dream. Take the classified docs debacle: Back in August 2022, the FBI raided Mar-a-Lago and hauled out boxes of top-secret nukes-and-spies intel that Trump was hoarding like they were his old Playboys. Fast-forward through indictments, delays, and Judge Aileen Cannon's fan-girl rulings that tossed the case because—surprise!—she's a Trump appointee who thinks the special counsel's appointment was "unlawful." By November 2024, Trump's "winning" the election lets him pull the ultimate get-out-of-jail-free card: DOJ policy says no prosecuting a sitting prez. Boom—case dismissed for him on November 26, appeal dropped for his butt boys on January 29, 2025. And those boxes? Shipped right back to Mar-a-Lago on February 28, where they're probably gathering dust next to the bleach recipes. Prosecutors had "compelling evidence" he lied to his own lawyers about hiding the docs, per sealed filings from Judge Beryl Howell in 2023. But who cares? Trump's back in power, signing 208 executive orders this year alone, revoking anything that smells like accountability. If this was some random schmuck? Life sentence for obstruction and Espionage Act violations. For Trump? A do-over with taxpayer-funded moving vans.
Then there's the election interference circus, where Jack Smith's probe into January 6 and fake electors had "sufficient evidence for conviction" if not for Trump's 2024 squeaker. That report dropped January 2025, detailing how he pressured Pence, schemed with fake electors, and basically tried to coup his way to staying in office. Meadows flipped for immunity, spilling tea on the whole plot. But poof—sitting president shield activated. No trial, no bars, just more rallies where he brags about "beating the witch hunt." And don't get me started on the hush money felony: Guilty on all 34 counts May 30, 2024, for faking records to bury Stormy Daniels' story and sway the election. Sentencing? Delayed till January 10, 2025, then an "unconditional discharge"—fancy talk for "you get a criminal record but zero consequences, congrats on the presidency." Judge Merchan called it the only lawful option thanks to immunity BS from the Supreme Court. If Joe Schmoe did this? Probation at best, jail likely. For Trump? A footnote while he pardons himself sideways.
And the cherry on this shit sundae? Even the scraps of "justice" for normies are getting torched. Republicans in the House are straight-up refusing to swear in Rep.-elect Adelita Grijalva, the Democrat who crushed her special election in Arizona's 7th on September 23 to replace her late dad. As of October 1, she's cooling her heels at the Capitol, not seated, because Speaker Mike Johnson canceled votes to strong-arm the Senate on funding—leaving Dems one vote short on forcing Epstein files release. Two GOP special winners got sworn in day-of, no problem. But a Blue? Crickets. This delays everything, from shutdown fights to oversight on Trump's crew. It's gerrymandered gridlock on steroids, all to protect the powerful from prying eyes. Democrats are howling—Leger Fernández called it "common practice" ignored for politics—but who's listening? Not the crew exploring criminal charges against election officials for "not safeguarding systems," per NYT July reports, all based on Trump's baseless 2020 fraud lies. Tina Peters rots in prison for nine years over voting machine tampering to "prove" his nonsense, while he calls her a "political prisoner" and plots DOJ revenge.
This world? It's a rigged casino where the house always wins if the house is a spray-tanned grifter with a Supreme Court in his pocket. Trump's aligned everything—DOJ drop-kicks cases, courts drag feet, Congress plays goalie—to bury his dirt. We're force-fed this daily outrage like it's normal, laws be damned, while he claps for his own crimes like they're Emmy bait. Found guilty? Still prez, baby! If laws don't bind the elite, they're fairy tales for the rest of us—enforce 'em on me, and watch the hypocrisy parade. America, wake the hell up: This isn't "saving" the country; it's selling it to the highest bidder in red ties. Removing him and his sycophants? Hell yes, but good luck with that when the system's bought and paid for. We're not in a republic anymore; we're in Trump's funhouse, mirrors cracking, clowns running the show.
MAGA drones, stuff your "law and order" chants—I couldn't care less about your snowflake sobs or alternative-fact fanfic. My truth's a flamethrower, no safe spaces here. Call out the rot, or get buried in it.
Santiago Del Carmen Maria (Crowning Thoughts)
© 2025 Independent Writer – “Crowning Thoughts- Truth Speaker” – AI Video Content Creator – Writer – Blogger Santiago D.C. Maria. All Rights Reserved.
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El Circo Sin Leyes de Trump: Cuando los Poderosos Juegan sin Reglas, los Demás Nos Jodemos ¡Oh, dulce Jesús con un sombrero de MAGA, podemos hablar de este auténtico festival de payasos que llamamos "democracia" en el que todos fingimos vivir? Es 6 de octubre de 2025, y aquí estamos, viendo a Donald J. Trump—dos veces destituido, condenado 34 veces por delitos graves, y de alguna manera ocupando de nuevo la Oficina Oval—retorcer todo el gobierno federal como si fuera una masa para proteger sus huellas grasientas de la ley. Esto no es gobernar; es una maldita película de atracos donde el ladrón de bancos se convierte en el presidente del banco y empieza a reescribir los códigos de las alarmas. ¿Alterar pruebas? ¿Negar documentos a los tribunales? Si tú o yo hiciéramos eso, estaríamos en una prisión de máxima seguridad más rápido de lo que se dice "mono naranja". Pero ¿para Donnie y su alegre pandilla de cómplices? Es solo otro martes—choques de manos por doquier, sin esposas a la vista. ¿Qué nuevo infierno es este? ¿Son reales las leyes, o solo sugerencias para los pobres? Asemos esta hipocresía como un pavo de Acción de Gracias en llamas, porque los hechos son más picantes que un sueño febril de Fox News. Tomemos el desastre de los documentos clasificados: en agosto de 2022, el FBI allanó Mar-a-Lago y sacó cajas de información ultrasecreta sobre armas nucleares y espías que Trump atesoraba como si fueran sus viejas revistas Playboy. Avanzamos rápido por acusaciones, retrasos y fallos de la jueza Aileen Cannon, fanática de Trump, que desechó el caso porque—sorpresa—es una designada de Trump que cree que el nombramiento del fiscal especial fue "ilegal". Para noviembre de 2024, la "victoria" de Trump en las elecciones le permite sacar la carta definitiva de salir libre de la cárcel: la política del DOJ dice que no se procesa a un presidente en funciones. ¡Bam! Caso desestimado para él el 26 de noviembre, apelaciones abandonadas para sus lacayos el 29 de enero de 2025. ¿Y esas cajas? Enviadas de vuelta a Mar-a-Lago el 28 de febrero, donde probablemente están acumulando polvo junto a las recetas de lejía. Los fiscales tenían "pruebas contundentes" de que mintió a sus propios abogados sobre ocultar los documentos, según archivos sellados de la jueza Beryl Howell en 2023. Pero ¿a quién le importa? Trump está de vuelta en el poder, firmando 208 órdenes ejecutivas este año solo, revocando cualquier cosa que huela a rendición de cuentas. Si esto fuera un don nadie, cadena perpetua por obstrucción y violaciones de la Ley de Espionaje. ¿Para Trump? Una repetición con furgonetas de mudanza pagadas por los contribuyentes. Luego está el circo de la interferencia electoral, donde la investigación de Jack Smith sobre el 6 de enero y los electores falsos tenía "pruebas suficientes para una condena" si no fuera por la ajustada victoria de Trump en 2024. Ese informe salió en enero de 2025, detallando cómo presionó a Pence, tramó con electores falsos y básicamente intentó un golpe para mantenerse en el cargo. Meadows se volvió testigo por inmunidad, soltando todo el chisme del plan. Pero ¡puf! Escudo de presidente en funciones activado. Sin juicio, sin rejas, solo más mítines donde presume de "vencer la cacería de brujas". Y ni me hagas empezar con el delito de los pagos por silencio: culpable de los 34 cargos el 30 de mayo de 2024, por falsificar registros para enterrar la historia de Stormy Daniels y manipular la elección. ¿Sentencia? Aplazada hasta el 10 de enero de 2025, luego una "descarga incondicional"—término elegante para "tienes antecedentes penales pero cero consecuencias, felicidades por la presidencia". El juez Merchan dijo que era la única opción legal gracias a la mierda de inmunidad del Supremo. Si un Juan Nadie hubiera hecho esto, libertad condicional en el mejor de los casos, cárcel probablemente. ¿Para Trump? Una nota al pie mientras se autoperdona de lado. ¿Y la cereza en este sundae de mierda? Hasta los pedazos de "justicia" para los comunes están siendo quemados. Los republicanos en la Cámara están directamente negándose a juramentar a la representante electa Adelita Grijalva, la demócrata que arrasó en la elección especial en el 7º distrito de Arizona el 23 de septiembre para reemplazar a su difunto padre. Hasta el 1 de octubre, ella está dando vueltas en el Capitolio, sin ser juramentada, porque el presidente de la Cámara, Mike Johnson, canceló votaciones para presionar al Senado por financiamiento—dejando a los demócratas con un voto menos para forzar la liberación de los archivos de Epstein. Dos ganadores republicanos de elecciones especiales juraron el mismo día, sin problema. ¿Pero una demócrata? Silencio. Esto retrasa todo, desde peleas por el cierre del gobierno hasta la supervisión del equipo de Trump. Es un bloqueo gerrymanderizado a tope, todo para proteger a los poderosos de ojos curiosos. Los demócratas están gritando—Leger Fernández lo llamó "práctica común" ignorada por política—pero ¿quién escucha? No el equipo que explora cargos penales contra funcionarios electorales por "no proteger los sistemas", según informes del NYT de julio, todo basado en las mentiras infundadas de fraude electoral de Trump en 2020. Tina Peters se pudre en prisión por nueve años por manipular máquinas de votación para "probar" su basura, mientras él la llama "prisionera política" y planea vengarse con el DOJ. ¿Este mundo? Es un casino amañado donde la casa siempre gana si la casa es un estafador bronceado con la Corte Suprema en el bolsillo. Trump ha alineado todo—el DOJ patea casos, los tribunales arrastran los pies, el Congreso juega de portero—para enterrar su suciedad. Nos obligan a tragar esta indignación diaria como si fuera normal, al diablo con las leyes, mientras él aplaude sus propios crímenes como si fueran cebo para los Emmy. ¿Culpable? ¡Sigue siendo presidente, pequeño! Si las leyes no atan a la élite, son cuentos de hadas para el resto de nosotros—impónganmelas, y vean el desfile de la hipocresía. América, despierta de una maldita vez: Esto no es "salvar" el país; es venderlo al mejor postor con corbatas rojas. ¿Eliminarlo a él y a sus lamebotas? Demonios, sí, pero buena suerte con eso cuando el sistema está comprado y pagado. Ya no estamos en una república; estamos en el parque de diversiones de Trump, con espejos rompiéndose y payasos dirigiendo el show. Drones de MAGA, guarden sus cánticos de "ley y orden"—me importa un bledo sus sollozos de copos de nieve o su fanfic de hechos alternativos. Mi verdad es un lanzallamas, no hay espacios seguros aquí. Denuncien la podredumbre, o quédense enterrados en ella. Santiago Del Carmen Maria (Crowning Thoughts)
© 2025 Escritora Independiente – “Crowning Thoughts- Truth Speaker” – Creadora de Contenido de Video de IA – Escritora – Bloguera Santiago D.C. Maria. Todos los Derechos Reservados.
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